Miedo escénico

¿Te atacan los nervios cuando vas a exponer? ¿No puedes entablar una conversación con alguna chica? Todos en algún momento de nuestras vidas hemos pasado por esto. 

Hablar en público puede ser una vocación o un reto que nos imponen las circunstancias. Es una habilidad importante, pues nos permite destacarnos, potenciar la autoestima e influir sobre otras personas.

No hay que tener miedo a la hora de realizar una exposición o presentarnos frente a nuestros compañeros de clases. Hay que atacar ese miedo desde la raíz. No vamos a vencerlo si no lo enfrentamos. 

Yo era una persona muy tímida y me costaba socializar con mis compañeros de clases. Hasta que comencé a estudiar Comunicación social. Esta carrera me ha permitido expresarme mejor ante un público, tener seguridad y una buena oralidad.

Al momento de realizar una exposición tienes que manejar perfectamente el tema, mirar a la audiencia, no exponer tan rápido y sobretodo demostrar seguridad. Pues se trata de convencer a quienes te escuchan del mensaje que les estas dando. La respiración es clave fundamental para esto, ya que ayuda a relajar nuestro cuerpo, permitiendo que fluyan nuestras ideas.

Si tienen que hacer una exposición, investiguen el tema, practiquen en casa e incluso pídele ayuda a alguno de tus familiares. Esto te beneficiará mucho, ya que así sabrás en que estas fallando.

En la exposición el orador tiene que desplazarse por todo el escenario, ya que no pueden estar estático. Hay que tener dominio del escenario, del tema, mirar a la audiencia, hacer pausas para tomar aire, no utilizar muletillas ni gestos corporales exagerados. Estos solo distraen a la audiencia. 

Comienza con una breve introducción del tema o una anécdota, y al finalizar, puedes citar alguna frase célebre o mensaje de reflexión. Así dejarás una gran impresión en tú público, el cual esta atento de cada palabra que dices.

Lo mismo se aplica para hablar con una chica que nos guste mucho. Hay que pensar muy bien lo que le vamos a decir, estar abierto a la aceptación y no al rechazo. Muchas veces por no expresar nuestros sentimientos, dejamos perder la oportunidad de nuestras vidas.

Respira, la clave está en la respiración. Ármate de valor y expresa tus sentimientos.