Su Cuerpo
Su cuerpo es sedoso, suave, oloroso. Su
piel es inmaculadamente blanca, con esos pequeños lunares en su espalda. Su tez
es tan tersa que pareciera que estuviera besando pétalos de rosas. Su cuerpo
perfumado me hace delirar cuando la tengo cerca, provoca besarlo hasta que se
desgasten mis labios. Provoca acariciarlo y llenarlo de muchos abrazos.
Me encanta recorrer con mis dedos su espalda, naufragar en la
tempestad de su vientre y esbeltas piernas… Sí, recorrer con mi boca todo su
cuerpo, que no quede un centímetro de él en el que no dedique mis gratas
caricias. Ella es una diosa bajada del éter, podría decir que más bella que
Helena o Afrodita. Deidad con sus dones mágicos que captan mis sentidos. Amazona
hermosa.
Deja que tu cabeza, manantial de oro, se
pose sobre mi pecho, que tus oídos
escuchen los latidos de mi corazón. Deja que escuchen como late, como el
trote de un caballo desbocado por la extensa llanura. Eso, vida mía, es para
que sepas cómo me pongo cuando estás cerca. Eso, amor mío, es el amor que me
ciega.
Deja que tus ojos me regalen esas miradas
que me encantan, que el azul de tu iris me desnude el alma… oh, azul del cielo,
del mar, de tus ojos que no he de olvidar. Que tus labios derramen sobre los míos
todo el néctar de tu amor, que se entrelacen dulce como el arroyo soñoliento, y
puro como la rosa florecida en primavera.
Cariño que tu cuerpo se resguarde en mis
brazos, que sea tu campo protector. Que tu larga cabellera dorada esté libre al
viento y esparza en el aire su aroma a canela, o vainilla quizás.Que mis dedos trémulos acaricien tu
cabello tan suave como el algodón.
Toma mi mano, bailemos al compás de una
suave canción. Dejemos que el vaivén de nuestros cuerpos hable por nosotros, y
que nuestras caricias den pie a un encuentro amoroso. Olvidemos el tiempo y las
horas, las personas que están a nuestros alrededor, este momento tan solo es de
los dos…
Shhh… No digas nada, deja que hablen
nuestras miradas, que se enciendan por la llama de la pasión… Besémonos y
hagamos el amor.
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