Castillos de Arena...

     Aquí estamos tú y yo como dos enamorados, de nuevo frente a frente como aquella vez... ansiamos las miradas que revivan este amor y los besos que se desvanecieron con el tiempo. No, amor mío, no vengo a pedirte que regreses ni mucho menos que dejes a la persona que ahora está a tu lado. La cruel distancia rompió este lazo que nos unía; pretendimos construir un castillo en una tierra movediza e inestable... ¿Qué sucedió? Pues que esta "fuerte" construcción de la noche a la mañana se  desplomó.

     Las cartas no bastaron para mantener viva la llama del amor ni mucho menos la pasión que solía existir en nosotros. Las peleas constantes por teléfono y los comentarios errados de tu mamá sobre mí, fueron el detonante de la ruptura de esta relación. Mejor no hablemos de la desconfianza y los celos que llegaron a cegarnos ni mucho menos de las terceras personas que se dedicaron a separarnos. ¿Alguna vez me quisiste? ¿En realidad te habré importado o tan solo fui un juego para ti?  Te hice llorar cuando me marché, pero sabes muy bien que no prometí quedarme.

     Debo confesar que lloré por la separación, de la rabia quemé todas las cartas que me enviaste, no quería tener nada tuyo ni mucho menos algo que me hiciera recordarte... supongo que tú también hiciste lo mismo. Le dejé el camino libre al desgraciado que te enamoraba, al final a tu mamá le agradaba él ¿no? Porque a mí nunca llegó  a quererme. Tú tampoco luchaste por este amor ¿por qué tenía que ser yo el único?

     Nuestra relación fue como un castillo de arena, el cual una ráfaga de viento se llevó; mejor aún, como una hoja seca que se desprendió de la rama de un árbol y cayó al suelo sin temor. Shhh... no digas nada, no quieras envolverme en tu telaraña de mentiras y engaños. Quédate con él, al fin y al cabo tienes un nuevo títere... ¿En verdad lo quieres? ¿él te besaba como yo? ¿te complacía como yo lo hacía? ¿no? ¡Qué lástima! Ya no me tendrás de nuevo, ya hay otra persona ocupando tu lugar.

     No quiero que me escribas, me llames o te metas en mi nueva relación... soy feliz sin ti al lado de una mujer que me enseñó el lado bonito del amor. Adiós a los castillos de arena, los besos venenosos, las falsas promesas y los "te amo" a la ligera. 

"En ocasiones la mayor demostración de amor es marcharse, aún cuando quieres quedarte, porque sabes que su felicidad la produce alguien más."
                         Benjamín Griss




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