Orgullo Estudiantil

     Una escultura simbólica elaborada en bronce que mide 4 metros y 20 centímetros en total, les da la bienvenida a los estudiantes de la Universidad Santa María. Su aspecto parece ser el de un joven que sostiene un libro y tiene un brazo musculoso, ya que en aquel tiempo esta casa de estudios fue concebida para obreros. Su fisionomía es muy particular, no tiene rasgos físicos, solamente está expuesto su cerebro como emblema de la enseñanza. Para su autora, esta es la zona más importante del estudiante, así como sus vivencias y conocimientos adquiridos en la cotidianidad. Este monumento representa al estudiantado, no solo al de la USM sino al de todas las universidades del país, porque no tiene rostro ni color.

     Esta estatua surgió ante la inquietud de la estudiante en Administración, Economía y Derecho, Ana Beatriz González, quien se percató que no existía en el país algún monumento que les rindiera tributo a los estudiantes. Esta idea se la había planteado en muchas oportunidades, pero fue el 26 de diciembre de 1986 que convirtió su proyecto en realidad. Cabe acotar que los costos de la obra fueron cubiertos por los estudiantes de Farmacia, Economía, Contaduría y Derecho de aquel año. La maqueta se le presentó al Dr. Carlos Peña, quien fue portavoz del plan ante las demás autoridades de la institución. 

      En 1979 la autora tenía cuatro meses pintando, cuando ganó el primer premio en el Colegio de Economistas. Durante la Semana del Economista se convocó a concursar a  todas aquellas personas que se dedicaban a este menester. González participó y obtuvo el máximo galardón, lo cual la motivaría a seguir haciéndolo. En bachillerato cursó estudios en la Escuela de Arte, en donde pintaba y esculpía junto con el artista español, residenciado en Mérida, Manuel de la Fuente, quien ha diseñado y realizado grandes esculturas para el país. Una de las más emblemáticas es el Monumento a la Virgen de la Paz (Edo. Trujillo), considerado el más alto de América e incluido como una de las nuevas maravillas del mundo moderno. Incluso está por encima de la Estatua de la Libertad. 

     Orgullosos debemos de estar la comunidad usemista por esta iniciativa creativa e ingeniosa de esta talentosa mujer, quien simbolizó con un libro y un cerebro al descubierto, los dos instrumentos obligatorios para garantizar el éxito. Iniciativas como estas dejan en alto a nuestra Alma Mater, que no muera la vena creadora que habita en nuestro ser. Propongámonos cada día "el reto a la excelencia".